161

De éste prescindimos por ser de tema distinto a los dos siguientes.

 

162

J. M. Quiroga Pla, «La inteligencia española. Reconquista y creación», Boletín UIE, 19 (junio 1946); J. Herrera Petere, «Tancredos intelectuales», Boletín UIE, 22 (septiembre 1946). Sin entrar a fondo en la polémica debemos resaltar que Herrera Petere está de acuerdo con Quiroga, no en contra como apunta A. Risco.

 

163

E. G. Nadal, «Las Españas», Boletín UIE, 27 (febrero 1947).

 

164

Para completar este tema, la toma de postura política de estos intelectuales, cfr. María Fernanda Mancebo, «Una 'mirada' sobre el Boletín de la UIE», Exils et migrations ibériques au XXe siècle, París, 3-4 (1997), pp. 85-99.

 

165

C. Barga, «Por las nuevas generaciones españolas. Llamamiento a los españoles de las Américas», Boletín UIE, 20 (julio 1946).

 

166

Ibidem.

 

167

A. Sopeña, El florido pensil, Barcelona, Crítica, 1994.

 

168

C. Barga, «Por las nuevas generaciones...», Boletín UIE, 20 (julio 1946).

 

169

A. Alted Vigil, «El compromiso político en la prensa del exilio: Independencia. 'Fortín guerrillero' de la cultura española (París, 1946-1947)», Foro hispánico, revista hispánica de los Países Bajos, Groningen, 12 (septiembre de 1997), pp. 27-40.

 

170

Puede confirmar esta hipótesis J. Semprún (Autobiografía de Federico Sánchez, Barcelona, Planeta, 1977, p. 18): «Y a ti te felicito, Pasionaria, por un artículo que acababas de publicar en Independencia, una revista que el partido había montado en Francia y de la que se ocupaba Benigno Rodríguez (...)» (Vuelve a citar su colaboración en Independencia en p. 98). El trasfondo de la oposición político-intelectual al régimen de Franco en estos años es muy complejo. La referencia al París de los intelectuales antifascistas está presente en la obra de M. Aznar Soler, Literatura española y antifascismo (1927-1939). II Congreso internacional de escritores para la defensa de la cultura (1937), vol. II, Valencia, 1987, y en la del mismo autor con L. M. Schneider, vol. III, Actas, ponencias, documentos y testimonios, especialmente pp. 67-69, 332 y 340. También contienen datos e interpretaciones las memorias de militantes como M. Azcárate, Derrotas y esperanzas, Barcelona, Tusquets, 1994; María Teresa León, Memoria de la melancolía. En general, el estudio de H. Heine, La oposición política al franquismo, Barcelona, Crítica, 1983. Y el polémico de F. Claudín, La crisis del movimiento comunista. De la Komintern a la Kominform, vol. I, París, Ruedo Ibérico, 1970. Para el París de la posguerra desde los intelectuales franceses, Simone de Beauvoir, Los mandarines, Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 1977.